Side 16+1716.vestíbulo en punta de pies y enfiló hacia la escalera, pero cuando ya se creía a salvo, la voz estridente de la patrona lo paralizó en su sitio. -¿Qué lleva allí? -inquirió asomando la nariz entre las hojas del helecho que decoraba la entrada. -Un simple adorno -replicó suavemente don Cornelio. Ella quiso verlo. Ese bulto del tamaño de un cadáver le pareció muy sospechoso y ella era muy estricta con sus inquilinos. Se enorgullecía de que la suya era una pensión respetable, donde no se admitían niños ni animales y, con mayor razón, debía ser inflexible respecto a los adornos. A nuestro amigo no le quedó más alternativa que obedecer. Al posar la estatua en el piso, resultó tan alta como la patrona, aunque no tan ancha. Retiró la bandera que la cubría y apareció Fantasía en todo su rosado esplendor. La dueña dio un respingo. -¡Caramba! ¡Está casi desnuda! -exclamó horrorizada. Se abrieron las puertas del vestíbulo y asomaron las cabezas de los otros pensionistas, que observaron la escena 17. asombrados. Nunca habían visto algo semejante. Uno a uno se aproximaron para dar su opinión y ninguna fue favorable, pues todos estuvieron de acuerdo en que aquello era una monstruosidad. La patrona cortó los comentarios diciendo que no le interesaba que fuera una obra de arte, porque iba muy ligera de ropas y por lo tanto debía salir de su casa. Don Cornelio, vencido por su incurable timidez, no intentó disuadirla. Hacía varios años que habitaba allí y estaba acostumbrado. No quería mudarse a otra pensión, pero comprendió que no era posible separarse de Fantasía, |